El embarque de los, finalmente, 40kg de equipaje por espedicionario ha trascurrido sin problemas y las bicicletas ya están camino de las bodegas del avión.
Ahora la siguiente parada será Estambul y esperamos llegar a Bakú sobre las 5 de la madrugada.
La incógnita viene en qué hacer a nuestra llegada de madrugada a un país completamente desconocido sin posibilidad de comunicación y con unas cajas con 40kg de peso.
Montaraces en estado puro. Fuerza y honor.
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