- lunes, 30 de julio de 2018

EN LA OSCURIDAD LLENA DE HUMO DE LA NOCHE, LOS ESPÍRITUS SE ACERCABAN DESDE MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑA

Alcanzamos a llegar a Lahic: https://www.google.com/maps/d/viewer?mid=1ep3atEx7gtBDrr2BD4qDDULQVASmbA6F&ll=40.850433330000016%2C48.39343332999999&z=8

Después del desierto que desde Irán rodea Baku, llegamos a las puertas del Cáucaso de la mano de una pequeña aldea a orillas del río Burovdal, un torrente que recoge los hielos invernale de picos de 2500 metros.


Apenas hemos empezado y ya hemos tenido los primeros problemas, César ha sufrido un profundo corte en su rodilla izquierda que tras el tratamiento inicial esperamos que no vaya a más; y la dirección de la bicicleta de Fernando que tras estos dos primeros días no terminaba de funcionar como debiera. Esto ha hecho que hoy por la tarde nos hayamos tenido que poner en serio con ella y desmontar el juego de dirección al completo, limpiar rodamientos, engrasar éstos y sus cazoletas y volverlo a ajustar todo minuciosamente. El terreno se torna cada vez más y más exigente con la mecánica y no podemos permitirnos fallos de las máquinas.


El alojamiento de esta tarde es una pequeña casa de una familia sumamente hospitalaria, una típica cena musulmana a base de mezcla de carnes de cordero y pollo, verduras cocidas y te, mucho te.




Por cierto, en Lahic, este pasado mes de febrero alcanzaron los -22c de intenso frío que aquí lo combaten así:


Mañana continuaremos viaje a las 6:00am para intentar llegar a dormir a Gabala (a 85km de travesía de alta montaña de donde nos encontramos pasando noche hoy).

Lahic, Azerbaiyán. 30 de junio de 2018. Fuerza y honor.

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